 Estoy aquí porque cuando todo lo demás falla, cuando todos los otros poderosos dioses van a la guerra, yo soy todo lo que queda. Hogar. Soy la última de los olímpicos.
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–Hestia a Percy Jackson, en El último héroe del Olimpo. |
Hestia es la diosa griega del hogar, el recto ordenamiento de la vida doméstica, la salud, y la familia, hija de Cronos y Rea. Actualmente es la guardiana de Elpis, el espíritu de la esperanza. Su contraparte romana es Vesta.
Historia
Nacimiento y rescate
Hestia fue la hija primogénita de Cronos, rey de los titanes, y de su hermana/esposa, Rea. Al comienzo, Cronos se dispuso a ser un buen padre, pero al ver que su hija era una diosa y al sentirse temeroso de que un día pudiese derrocarlo, rápidamente procedió a tragársela entera. Por lo tanto, pasó su infancia en el estómago de su padre junto con sus hermanas y hermanos menores. Rea le suplicó a Cronos que vomitará a sus hijos, pero sin éxito, debido que ni siquiera el gran amor que Cronos sentía por ella fue suficiente para dominar a su naturaleza egoísta y malvada. Cuando Rea dio a luz a su último hijo, Zeus, engaño a Cronos con una roca y envió a su hijo en secreto a Creta, muy lejos del Monte Otris.
Cuando Zeus creció, se infiltró con éxito en el palacio de Cronos como su copero. Una noche, cuando Cronos cenaba con sus hermanos y sobrinos, Zeus preparó un néctar mezclado con poción para dormir para los titanes, y un emético potente para Cronos. Zeus entretuvo a todos con sus cantos, bailes y bromas, y cerca del final del banquete, Zeus animó a todos los titanes a tener un concurso de bebidas y repartió las copas preparadas. Al igual que siempre, Cronos ganó el concurso, pero el emético le hizo vomitar a todos los hijos que había devorado. Los cinco habían estado creciendo sin digerir en el estómago de Cronos, al ser inmortales. Zeus, junto con sus hermanos, escaparon rápidamente del Monte Otris. Hestia y los otros dioses aceptaron a Zeus como su líder y le declararon la guerra a su tiránico padre. Sin embargo, los titanes les superaban en armamento, y los dioses ni siquiera tenían armas, por lo que Hades accedió a ayudar a Zeus a liberar a sus tíos cíclopes y centimanos del Tártaro.
Rescate de los Cíclopes y Centimanos
Su hermano, Hades, descubrió que era muy hábil moviéndose por debajo de la tierra, por lo que fue capaz de guiarlos hasta el Tártaro (a través de una red de túneles en el Inframundo). Allí, en la zona de máxima seguridad, encontraron encancerlados a los cíclopes y centimanos. Su carcelera, Campe, era el monstruo más feroz y temible del Tártaro, e incluso Zeus, Poseidón, y Hades se estremecieron de horror al verla por primera vez. Sin embargo y eprovechando la ausencia momentánea de Campe, Zeus logró hablar con el cíclope Brontes y le prometió liberarlos, pero antes tendrían que forjar armas para él y sus hermanos, puesto que no tenían ninguna. A espaldas de Campe, los tres cíclopes forjaron tres armas increíblemente poderosas: el Rayo Maestro, tomado por Zeus, un Tridente, tomado por Poseidón y el Yelmo de Oscuridad, tomado por Hades. Con su nueva arma, Zeus destruyó a Campe, mientras que Poseidón hizo añicos las cadenas de los cíclopes y los centimanos para liberarlos. Por haberlos liberado, los seis prometieron ayudarlos en su guerra contra los titanes.
Primera Guerra Olímpica
Poco después de su regreso del Tártaro, Hestia y sus hermanos declararon oficialmente la guerra a Cronos y a los titanes, lo que dio resultado a la Primera Guerra Olímpica, la cual duró diez largos años. Los titanes inicialmente tenían ventaja, debido que eran guerreros mucho más experimentados, pero a medida que pasaban los años, los dioses se convirtieron rápidamente en guerreros expertos y finalmente prevalecieron. Mientras se preparan para la batalla final, Hestia y sus hermanos subieron al Monte Olimpo (la montaña más alta de Grecia después del Monte Otris), y Zeus utilizó su Rayo para cortar la parte superior del Monte Otris y demoler el palacio de Cronos. Poco después, los dioses invadieron las ruinas del Monte Otris, y los cíclopes capturaron a Atlas, Hiperión, Jápeto, Críos, y Ceo. Los cíclopes obligaron a los titanes a arrodillarse ante Zeus, Poseidón y Hades. Zeus tomó la guadaña de su padre y cortó a Cronos en mil pedazos, antes de echarlo al Tártaro, junto con el resto de sus seguidores (excepto Atlas, quien se vio obligado a sostener el peso cielo como castigo).
La última de los Olímpicos
Después de la batalla, los dioses eligieron el Olimpo como su residencia oficial y los cíclopes construyeron magníficos palacios para todos ellos. Como resultado, los dioses comenzaron a llamarse a sí mismos los olímpicos. Poco después, sus hermanos se dividieron el mundo; Hades recibió el Inframundo, Poseidón los mares y océanos, mientras que Zeus los cielos y se convirtió en el rey del Olimpo y los dioses. En cuanto a Hestia, ella era mucho más humilde que el resto de sus hermanos y nunca buscó el poder. Muchos años después del comienzo del dominio de los olímpicos, cuando Dioniso fue aceptado como uno de los dioses, Hestia voluntariamente renunció a su trono ante él y pasó a ser la encargada de mantener el fuego sagrado vivo.
Al igual que su madre, Rea, Hestia siempre fue muy dulce y amable, algo que le valió el amor de toda su familia. Se dice que con su sola presencia era capaz de calmar el temperamento de cualquiera, y siempre era empática con todos sus hermanos (incluso con el muy rechazado Hades) y apoyaba a cada dios y diosa del Olimpo. Sin embargo, Hestia jamás tuvo deseos de casarse o ser madre, razón por la cual rechazó a varios dioses. Zeus (quien admiraba y respetaba a su hermana) permitió que fuera una diosa virgen y -junto con Poseidón y Apolo- se comprometió a castigar a cualquiera que alguna vez intentase corterjarla.
Accidente con Príapo
Una noche, Rea organizó una gran fiesta en el Monte Ida para celebrar el aniversario de la derrota de Cronos por parte de los dioses. Todos los dioses y titanes amistosos fueron invitados a la celebración, junto con docenas de ninfas y sátiros. Después del tercer día de fiesta, Hestia, algo mareada por haber bebido mucho néctar, salió a caminar por los bosques. Hestia se encontró a un burro atado a un árbol, muy probablemente traído a la fiesta por uno de los sátiros y le pidió que la vigilara mientras ella tomaba una siesta. Hestia cayó completamente dormida y unos pocos minutos después, el dios menor de la naturaleza, Príapo, llegó caminando por los bosques. Príapo también había bebido mucho nécar y andaba buscando a alguna ninfa o diosa con la cual estar. Al verla, Príapo se acercó y se acostó junto a ella, totalmente seguro de que cuando despertara está no lo rechazaría.
Entonces, el burro soltó un fuerte bramido y Hestia se despertó y comenzó a gritar por ayuda en cuanto vio a Príapo junto a ella. En la fiesta, todos los dioses escucharon su grito y salieron rápidamente a ver que pasaba. Cuando vieron a Príapo, los dioses comenzaron a a arrojarle cosas y a insultarlo, porque simplemente nadie se metía con Hestia. Más tarde, Príapo afirmó que no tenía idea de que era Hestia y pensó que sólo era una ninfa o algo similar, pero el daño ya estaba hecho y Príapo no fue bienvenido en las fiestas del Olimpo nunca más. El burro luego se convertiría en la animal sagrado de Hestia por su ayuda.
Percy Jackson y los Dioses del Olimpo
El ladrón del rayo
Cuando Percy arribó al Campamento Mestizo por primera vez, vio a una niña cerca de la fogata. Sin embargo, desconocía que en realidad se trataba de Hestia y no le prestó mucha atención.
Más tarde, Quirón mencionó que esperaba que Démeter, Hera, o Hestia lograsen calmar a Zeus y Poseidón y acabar con los conflictos entre ambos.
El último héroe del Olimpo
Percy se la encuentra al salir de la casa de May Castellan, la madre de Luke. Su aspecto es el de una niña de 8 años. Luego se la encuentra en el Olimpo con la apariencia de una mujer adulta, y Percy ve una visión cuando la mira a los ojos.
La visión es de Luke y de Thalia en cuando conocieron a Annabeth. Ella tenia 7 años e iba con un martillo, entonces Luke le aconsejo que un cuchillo le funcionaria mejor y le regala uno de bronce celestial que utiliza siempre. Percy le regala la caja de Pandora, la cual solo conservaba "la esperanza". Hestia tiene una muy buena relación con Nico di Angelo, ya que este es el único mestizo que le habló en muchos años. Sin embargo, está agradecida conPercy, ya que es el único que le ha echo una ofrenda en años.
Personalidad
De acuerdo con lo dicho en Percy Jackson's Greek Gods, la personalidad de Hestia es muy similar a la de su madre, Rea, en el sentido de que es suave, de carácter dulce y amable. Jamás se le ve decir una mala palabra sobre nadie y se sabe que es muy modesta, en claro contraste con sus hermanos. Sin embargo, en un aspecto completamente diferente a Rea, Hestia nunca tuvo ningún deseo de casarse o ser madre. Parte de esto se debe a que aún recuerda el terrible momento en el cual fue devorada por su padre, Cronos, y que nunca olvidó como su madre había llorado en su desesperación. Además de esto, tuvo evidencia concreta de que incluso su hermano Zeus podía ser tan malo como Cronos; puesto que se tragó a su esposa Metis para eludir la profecía de que su próximo hijo con ella le derrocaría, y más tarde se divorció de Temis para así evitar que su matrimonio produjese más descendencia que podrían ser terriblemente más poderosos que los dioses.
A pesar de su falta de deseo para contraer matrimonio y ser madre, Hestia ama a todos sus hermanos y a los hijos de estos, mientras que su mayor deseo es que su familia sea capaz de llevarse bien. Obviamente esto no ocurre muy a menudo, pero Hestia se las arregla para mantener la armonía en el entorno familiar. Es la única diosa que tiene una relación amigable con todos los otros olímpicos, debido a que siempre se preocupa por ellos y les da consejos, incluso tiene una buena relación con Apolo, Afrodita, Hades, y Ares. De hecho, todos los miembros de su familia parecen protegerla, e incluso están dispuestos emitir un severo castigo a los individuos que la ofenden.
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